No suelo hacer sesiones de comuniones, ya que la agenda se llena con los bebés, recién nacidos... y me deja poco tiempo. No obstante siempre encuentro hueco para dos o tres. Este año tendremos la suerte de estar con dos encantadores niños. Hoy os traigo a María, una pelirroja con una sonrisa y una mirada que no podía dejar de sonreír. Le encantaba posar, es algo que se agradece mucho en este tipos de sesiones, más cuando ya son niños más mayores. Así que sin más os dejo con esta encantadora niña y preciosa como veis. Creo que no se puede decir más. Espero que a su mamá le guste tanto como a mí.
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